“Quien no poblare, no hará buena conquista, y no conquistando la tierra, no se convertirá la gente, así que la máxima del conquistador ha de ser poblar”,
decía el cronista López de Gómara.
Alrededor del año 1530, ya había concluido la conquista de la mayor parte (no toda) del territorio americano. Entonces, España consideró que había llegado el momento de establecer un sistema que afianzara su dominio en el continente. Era necesario comenzar la tarea de COLONIZACIÓN. En el año 1573 una ordenanza real prohibió el uso de la palabra “conquista” para referirse a la incorporación de nuevos territorios al dominio español y comenzó a hablarse de "poblamiento".
Entonces, las autoridades españolas insistieron en la importancia de poblar y la fundación de ciudades. Las ciudades hispanas siguieron un plan determinado. Reservado el lugar para la plaza, se debían trazar 8 calles formando manzanas, divididas a su vez por parcelas. La iglesia, el cabildo y la prisión se instalaban alrededor de la plaza. Los principales funcionarios recibían los solares más cercanos a ella, después se distribuían los solares entre los vecinos.
A partir de las ciudades, la organización que España dio a los territorios americanos abarcó aspectos sociales, económicos, políticos y culturales. Todo cambió en América. Una nueva sociedad sustituyó a la que habían tenido los indígenas pero también diferente a la que imperaba en España, en base a la relación entre indígenas, españoles y africanos.
EL PROCESO DE OCUPACIÓN DEL TERRITORIO AMERICANO REALIZADO POR ESPAÑA FUE ESENCIALMENTE URBANO. DESDE LAS CIUDADES, LOS ESPAÑOLES IMPLANTARON SU DOMINIO SOBRE LAS POBLACIONES Y TERRITORIOS RECIENTEMENTE CONQUISTADOS.
Para los españoles, el proceso de “poblar” significaba fundar ciudades. En general, los conquistadores traían entre sus instrucciones la obligación de fundar ciudades. Muy pronto, en los territorios incorporados a la Corona fueron surgiendo pueblos y ciudades. A pesar de las distancias que los separaban entre sí, estos poblados permitieron consolidar la presencia española en América. Desde esas ciudades, donde vivía la mayoría de los españoles, se controlaban las zonas rurales, donde habitaba la población indígena.
Además de tierras, los conquistadores recibían, de acuerdo a su importancia, un número determinado de indígenas, que debían trabajar para ellos o pagarles un tributo en bienes o en metales preciosos. En general, las ciudades españolas ubicada s en zonas que contaban con una densa población indígena sedentaria, acostumbrada a un régimen de trabajo regular, tenían mayores posibilidades de prosperar que aquellos que eran instaladas en aéreas poco pobladas o con una población de indígenas cazadores-recolectores. Tomado de Historia II, Geymonat, Vidal y González. Edit. Santillana
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Ceremonia
para la fundación de una ciudad: la fundación de una
ciudad era un acto político, protagonizado por una pequeña hueste cuyo jefe
poseía una autoridad incuestionable.
Pasos:
1°. El
lugar de la ceremonia era el centro de la futura Plaza Mayor, frente a la Picota,
símbolo de justicia.
2°. El
conquistador o adelantado, cortaba un manojo de pasto del suelo, daba 3 golpes
de espada contra la tierra y, por último, retaba a duelo a quien se opusiese a
la fundación.
3°. El
acto de fundación se completaba con la celebración de una misa o la
entronización de una imagen, dotando así a la ceremonia de un carácter
religioso.
4°.
Luego de redactar un acta ante escribanos y testigos, la ciudad queda fundada,
aunque la realidad siguiese siendo la geografía extraña y el indio
hostil. A veces, la ciudad proyectada terminaba por ser un núcleo urbano real;
otras, no dejaba de ser más que el gesto de un conquistador prepotente.
Tomado de “Historia visual de la Argentina”
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El proceso
de conquista y colonización del Río de la Plata presenta
una serie de
características diferentes al resto de América.
En primer lugar, se inició en forma tardía si lo comparamos con México y
Perú. Además, la colonización no ocurrió
enseguida de la llegada de los españoles y la conquista, sino un tiempo después
y de manera más lenta que en otras regiones.
Los móviles que llevaron a los
españoles a recorrer esta región fueron, en un primer momento, la búsqueda del
canal interoceánico, pero, al no encontrarlo en el Río de la Plata, España se
desintereso de la zona hasta que llegaron noticias de una supuesta “Sierra de
la Plata” que nuevamente generó interés en los conquistadores ibéricos.
Debemos recordar, también, que los
indígenas no tenían el grado de organización en ciudades que se encontraron en
los Andes o en México. Por lo contrario,
muchos eran pueblos cazadores y recolectores como los charrúas; otros eran
agricultores semi-sedentarios, como los guaraníes ubicados en la zona del
Paraguay. Tomado
de Pensar la Historia II